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Las formas de tenencia revelan tanto las preferencias como las posibilidades de los hogares para acceder a la vivienda. En la siguiente figura se presenta la proporción de las diferentes formas de tenencia de vivienda según la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen) desde 1990 en adelante.
A nivel nacional, se observa un aumento de la proporción de la vivienda propia desde 1990, que alcanzó su máximo en el período 1998-2003 (70%). Desde entonces la propiedad propia presenta un descenso gradual, alcanzando su mínimo en 2022 (57%). Por otra parte, la proporción de vivienda arrendada se mantiene estable en torno a 17% hasta el año 2006, para luego crecer paulatinamente hasta alcanzar el 27% en 2022. Por último, la proporción de vivienda cedida presenta una tendencia levemente decreciente y otras tenencias (usufructo, ocupación irregular, etc.) un leve repunte en los últimos años, posiblemente a causa del crecimiento de los campamentos.
Por otro lado, las regiones del norte (Arica, Tarapacá y Antofagasta) y la Metropolitana presentan una menor proporción de propietarios respecto al promedio nacional, y un descenso más pronunciado desde 2003 en adelante. A su vez, los arrendatarios en estas regiones crecen significativamente desde 2009, alcanzando el tercio de los hogares. Al contrario, otras regiones (Ñuble, Maule, Coquimbo, Magallanes) presentan una caída mucho menor de la propiedad (no bajan del 65%) y un alza más acotada de los arrendatarios (no superan el 20%).
